Estás en la línea
de salida de tu primera (o decimocuarta) prueba popular. Sabemos que no
corremos para ganar, que por una vez se cumple eso de “lo importante es
participar” y que solo competimos contra nosotros mismos y nuestras marcas
anteriores. Aunque nunca debe ser una obsesión y el objetivo es la carrera en
sí misma y compartirla con miles de compañeros.
El gusanillo
recorre nuestro cuerpo. Ahora volvamos unas horas atrás en el tiempo:
Antes de acostarte
prepara todo el equipo. La ropa, las zapatillas, los imperdibles, el dorsal.
Hasta una bolsa de basura si hay previsión de lluvia.
Nunca, pero nunca,
estrenes nada un día de carrera. Cada uno de los componentes de tu vestimenta
debe haber sido testado durante varios entrenamientos. Unos calcetines o unas
zapatillas nuevas en una carrera de 10K pueden hacer estragos en tus pies.
Márcate un ritmo,
planifícalo mentalmente. Cuando se da la salida la adrenalina sube y tendemos a
ir más deprisa de lo que habíamos planeado. Si hay liebres con un tiempo final,
únete a ellas.
Haz un
calentamiento de 10-15 minutos para una prueba de 10K. Para pruebas más largas,
aprovecha también los primeros kilómetros para preparar tu cuerpo para el
esfuerzo. ¡Lo agradecerás al final!
No hay comentarios:
Publicar un comentario