jueves, 29 de mayo de 2014

El plan de entrenamiento



Nos sirve como guía cuando queremos ir un poco más allá. Como un manual para salir de la rutina. El plan de entrenamiento es la base para terminar saludablemente una carrera de media y larga distancia. Para entrar con cabeza en la vida del corredor. Es la base para un inicio inteligente y una continuación razonable. 

El plan te enseña los entrenamientos básicos, las tiradas largas, las jornadas de descanso. Las series. A evitar lesiones y el sobreesfuerzo. A aprender a ser constante. Correr sin un plan de entrenamiento es realmente placentero. Porque placentero es simplemente salir a correr. Para ir un poquito más allá y ampliar las distancias el amigo inseparable llamado plan de entrenamiento nos dará solo beneficios.

Hay muchos lugares donde encontrar planes de entrenamiento genéricos. Un paso más allá son las webs como iVitalia, donde podemos encontrar todo lo necesario para preparar una carrera. Y, un paso más allá, es acudir a un especialista deportivo que nos haga un plan a medida de acuerdo a nuestras condiciones físicas.




lunes, 26 de mayo de 2014

Idealismo



Cualquier actividad que realicemos no puede volverse demasiado idealista. Por ejemplo,  cuando un artista se vuelve demasiado idealista, acaba por suicidarse, porque entre su ideal y su verdadera habilidad hay un gran salto, y como no hay puente lo suficientemente largo para salvar ese vacío, comenzará a desesperarse. Es un ejemplo bastante radical, pero es el camino espiritual común. Nunca se debe ser tan idealista. Ni excesivamente perfeccionista. 

No es el resultado. Es el camino. Es cada zancada y cada respiración. Y la práctica propiamente dicha consiste en repetir una y otra vez hasta descubrir la manera de convertirse en correr. En nuestro sistema, no hay nada secreto.


sábado, 24 de mayo de 2014

Volver a correr



Una lesión inoportuna. Agotamiento mental. Dos de los desencadenantes más comunes que provocan una pausa –esperamos que temporal- en nuestro devenir deportivo. Ahora es tiempo de volver a empezar. El tiempo acompaña y la motivación es alta. 

Empecemos de nuevo, por lo básico:
-          Aprovechar el gimnasio. Ahora que se han puesto de moda los gimnasios “low-cost” podemos hacer un entrenamiento combinado con bicicleta o elíptica y así hacer el retorno a la carrera un poco más suave. Otro elemento indispensable son las máquinas para fortalecer la musculatura. Correremos mejor, más rápido y con menos riesgo de lesiones.

En este punto hay que recordar que lo importante en el caso del deportista amateur es disfrutar del correr por el mero placer de correr. Con sobreesfuerzo o lesiones no iremos nunca más allá. Será un suplicio.

-          Las primeras salidas serán muy cortas. Veinte o treinta minutos suaves para volver a acostumbrar al cuerpo a los impactos. Cuidar las rodillas, estirar suave antes y concienzudamente al terminar son principios básicos aquí.


miércoles, 21 de mayo de 2014

La vía del tren



La mente Zen y la práctica de correr comparten una analogía, la vía del tren. La vía por donde pasa el tren siempre es la misma, no debe ser más ancha y no debe ser más estrecha. Debe ser constante. A cualquier parte que vayas, normalmente la vía del tren es la misma. Así ha de ser la mente Zen y así debe ser nuestro correr-zen. 

Los paisajes por los que corremos puede que cambien, pero siempre vamos por la misma vía. En esta vía no debe haber comienzo ni fin, solo práctica. No hay objetivo que lograr. Ese es el camino.


sábado, 17 de mayo de 2014

Práctica



En la vida cotidiana realizamos todo tipo de acciones de forma autómata e inconsciente. Si bien al comenzar cualquier práctica estamos atentos a todo impulsados por la novedad, en cuanto se convierte en hábito la dificultad para no comenzar a divagar aumenta exponencialmente. 

Las primeras ocasiones que sales a correr permaneces atento desde que te atas los cordones de las flamantes nuevas zapatillas hasta cómo te cuesta respirar o cómo sientes que el gemelo se sobrecarga –se sube-. Cuando nuestro cuerpo se adapta al esfuerzo la mente aprovecha la ocasión para pensar en qué pasó durante el día o ensimismarse en ensoñaciones.

Pero correr, practicar deporte, no es una distracción. Es práctica. Se debe realizar sin tener otra cosa en mente y sin expectativas. Salvo que seas olímpico, no hay motivo especial que te lleve a plantearte expectativas. Todo llega. Correr no es la preparación de alguna otra cosa. Solo es correr.



miércoles, 14 de mayo de 2014

Simplemente correr



El secreto de correr no está en las piernas ni en la capacidad pulmonar. No está en cuánto estiremos ni en cuántas cuestas hagamos para fortalecer las piernas.  El secreto está en la fuerza de voluntad para salir a correr cuando llueve, cuando hace frío, cuando hace calor. El secreto está en renunciar a horas de sueño o a las siempre tramposas horas de sofá y televisión. 

Cuando se convierte en un hábito, correr es como una droga dura. No el hecho de competir, sino el hecho de “darle caña al cuerpo”. Ponerlo al límite. Correr, nadar, bicicleta. Deportes en su mayoría individuales en los que la única compañía es nuestra mente. Ponerla a prueba y poner a prueba nuestro cuerpo es lo que provoca una sensación de sufrimiento extraña. Porque queremos repetir. Queremos más. De ahí que comiences corriendo veinte minutos y al cabo de meses, años, estés acabando un maratón, un ultra. Y no como objetivo, simplemente por el placer de correr.




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